El Papa afirmó que la trata es «un ‘negocio’ que no respeta ni aprecia la dignidad humana, que da grandes beneficios a personas sin escrúpulos morales».
«El tráfico evoluciona constantemente y siempre encuentra nuevas formas de desarrollarse, como fue el caso durante la pandemia», afirmó.
Sin embargo, el Papa pidió a los participantes «no desanimarse», porque «con el poder del Espíritu de Jesucristo y la dedicación de tantos, podremos erradicarlo».
Para lograrlo, el Papa Francisco subrayó la importancia de seguir los pasos dados por Talitha Kum: «Estar al lado de las víctimas, escucharlas, ayudarlas a recuperarse y tomar juntos medidas contra la trata».
«Para ser verdaderamente eficaces contra este atroz fenómeno criminal, tenemos que ser una comunidad», afirmó.
El Santo Padre afirmó también que no es una tarea fácil, pero se puede hacer, y agradeció a la organización, «por el trabajo que se ha convertido en un referente para las víctimas, sus familias, las personas en riesgo y las comunidades vulnerables».