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Estos son los religiosos que el régimen mantiene en desaparición forzada

La libertad religiosa en Nicaragua está amenazada por la sombra de la desaparición forzada de religiosos bajo el régimen de Daniel Ortega. Esta nueva ola de detenciones arbitrarias muestra la represión sistemática y la violación de derechos fundamentales en el contexto político del país.

La última ola de detenciones contra líderes religiosos comenzó a mediados de diciembre de 2023, con la detención arbitraria de un segundo obispo, el obispo Isidoro Mora. Hoy, casi 20 religiosos se encuentran en estado de desaparición forzada, una nueva estrategia para silenciar las voces críticas que exponen los crímenes cometidos por su gobierno.

El obispo Rolando Álvarez lleva más de 500 días detenido en las celdas del Sistema Penitenciario Jorge Navarro, conocido como La Modelo. Fue condenado a 26 años de prisión por los presuntos delitos de traición a la patria. Además, este reconocido defensor de las libertades públicas fue inhabilitado permanentemente para ejercer cargos públicos y despojado de su nacionalidad nicaragüense.

Obispos capturados

Esta nueva búsqueda se inició el 20 de diciembre de 2023, cuando fue capturado el obispo Isidoro del Carmen Mora Ortega. Es el obispo de la Diócesis de Siuna. Policías y paramilitares lo secuestraron cuando se dirigía a celebrar confirmaciones en la parroquia Cruz de Río Grande. Un día antes del secuestro oró por el obispo Rolando Álvarez.

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OCDH) pidió a la dictadura nicaragüense «conocer urgentemente» el paradero del obispo de Siuna. Hasta el momento no hay cargos formales en su contra.

Los obispos Carlos Avilez y Marcos Díaz Prado fueron secuestrados el 28 de diciembre de 2023. Avilez es párroco de la parroquia Santo Cristo de Esquipulas, en la Arquidiócesis de Managua, y Díaz Prado es párroco de la iglesia Santo Tomás Apostolu. Puerto de Corinto.

No se han presentado cargos formales contra estas figuras religiosas y no hay información específica sobre su paradero.

El 29 de diciembre, el obispo Silvio Fonseca se convirtió en blanco de agentes de policía y fuerzas de choque. Después de ser acosados ​​durante todo el día, llevaron a cabo el secuestro de los religiosos al amparo de la noche. Es párroco de la Parroquia Santa Faz, Vicario de Familia, Niñez y Juventud del Arzobispado y director del Instituto Juan Pablo Segundo.

«La furia de la dictadura criminal de Ortega continúa contra la Iglesia. Hoy fue secuestrado otro querido sacerdote de la Arquidiócesis de Managua: el obispo Silvio Fonseca. Mi familia cercanía y oraciones por él. ¡Libertad para él y para todos los sacerdotes!’ Dijo anoche el obispo Silvio Báez en su cuenta X (antes Twitter).

El último obispo detenido fue Miguel Mántica, quien también fue secuestrado el 29 de diciembre. Es párroco de la Parroquia San Francisco de Asís en Bolonia, Departamento de la Arquidiócesis de Managua. Su detención también fue realizada por policías y paramilitares.

Sacerdotes secuestrados

El primer sacerdote secuestrado en esta nueva ola fue Pablo Villafranca, detenido el 26 de diciembre de 2023. Nindirí es párroco de la Parroquia Nuestro Señor en Veracruz, Masaya, en la Arquidiócesis de Managua. Anteriormente había sido detenido ilegalmente en dos ocasiones.

“Fue en la Zona Residencial de Planes de Veracruz, Eucalipto. Allí vivía el cura, lo sacaron de su habitación”, mencionó un medio digital.

El 28 de diciembre fueron arrestados dos sacerdotes más. El clérigo Héctor Treminio es párroco de la Parroquia Santo Cristo de Esquipulas, en la Arquidiócesis de Managua. El segundo sacerdote arrestado fue Fernando Calero, párroco de Nuestra Señora de Fátima en Rancho Grande. La Policía Nacional lo secuestró en su parroquia, y un día antes de este hecho mencionó al preso político Rolando Álvarez.

Un día después, el 29 de diciembre, tres sacerdotes fueron detenidos. El Padre Mykel Monterrey es párroco de la parroquia Andra Mari Candelaria de la Arquidiócesis de Managua. Fue secuestrado en mitad de la noche mientras se encontraba en la rectoría. Está cerca de lo que solía ser la Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli).

El Padre Raúl Zamora es párroco de la Parroquia Divina Misericordia de la Arquidiócesis de Managua. Es conocido como el ‘Héroe de la Fe’ y sobrevivió al ataque a la Iglesia de la Divina Misericordia al lado de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua en Managua (UNAN-Managua), en el contexto de la ocupación universitaria.

«Creo que estuve tres semanas en una situación crítica, me afectó mucho emocional y físicamente, porque fue una experiencia muy dolorosa y de repente se me hizo un nudo en la garganta sólo de pensarlo», dijo a LA PRENSA.

También fue secuestrado el padre Gerardo José Rodríguez, párroco de la parroquia Purísima Concepción ubicada en el distrito Belmonte de la Arquidiócesis de Managua. Fue secuestrado por policías y paramilitares, como es habitual en estas detenciones arbitrarias.

El 30 de diciembre fueron secuestrados los sacerdotes Jader Hernández e Ismael Serrano. Ambos son miembros de la Arquidiócesis de Managua. El padre Serrano padece numerosas enfermedades que requieren atención médica constante y adecuada.

El último día del año 2023 fue secuestrado el padre José Gustavo Sandino Ochoa, quien también padece múltiples enfermedades. Es párroco de la Iglesia de Santa María de Pantasma en la Diócesis de Jinotega.

No hay información sobre el paradero de estos sacerdotes ni los presuntos crímenes que les atribuye el régimen de Ortega.

Seminaristas arrestados

Los seminaristas Alester Sáenz, Tony Palacio y Francisco Odorico Castiblanco han sido víctimas de un secuestro por parte de fuerzas policiales y paramilitares. Por ahora se desconoce su paradero, así como los motivos de los cargos que les impuso el régimen de Daniel Ortega.

Sáenz y Palacio fueron arrestados el 20 de diciembre de 2023, y Castiblanco fue arrestado el 2 de enero de 2024, el primer caso de arresto de una figura religiosa este nuevo año.

Aquí está la traducción:

Alester y Palacio son estudiantes del Seminario Diocesano Nuestra Señora de Fátima y fueron capturados junto al obispo Isidoro Mora. Por otra parte, Castiblanco es miembro de la Madre Albertina Ramírez del Seminario Mayor, miembro de la Diócesis de Estelí. Originarios de Jinotega, luego de ser capturados fueron llevados a Managua.

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