Hablando a los participantes en el Congreso Internacional sobre Pastoral Juvenil del Vaticano, el Papa Francisco dice que «el discernimiento es ser ‘real’ ante uno mismo, ante los demás y ante Dios».
Autor: Delphine Allaire
El sábado 25 de mayo, el Papa Francisco recibió a los participantes del Congreso Internacional del Ministerio de la Juventud, organizado por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida del Vaticano.
Al encuentro se dieron cita jóvenes y representantes de diversos movimientos eclesiásticos.
Reflexionando sobre el Jubileo de la Juventud en julio de 2025 y la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) organizada en Seúl tres años después, el Papa expresó su esperanza de que estos dos acontecimientos de importancia universal «puedan ayudar a muchos jóvenes, incluidos aquellos que no están habitualmente en el iglesia, al encuentro de Jesús».
alegría cristiana
Mientras trabajaban en estos grandes acontecimientos, el Papa aconsejó a los miembros de la pastoral juvenil estar atentos a la vida cotidiana, al ministerio de «pequeños pasos, pequeñas cantidades, palabras y acciones sencillas, decisiones cotidianas».
Según el Papa Carlo Acutis, que pronto será canonizado, estas experiencias invisibles tocan profundamente el corazón y dan frutos duraderos en el tiempo.
«No para publicitar mis escritos, sino para leerlos. ¡Ven y regocíjate!”, añadió el Papa, refiriéndose a la exhortación apostólica de 2018 sobre la santidad de la vida cotidiana.
El ‘tesoro’ del discernimiento
El Santo Padre también destacó el discernimiento espiritual, que los agentes pastorales -sacerdotes y religiosos, catequistas y jóvenes que trabajan con otros jóvenes- deben ser los primeros en aprender.
«El discernimiento», dijo el Papa, «es un arte que no se puede improvisar, sino que debe profundizarse, experimentarse y vivirse».
«Para un joven – añadió – encontrar a alguien capaz de discernir es encontrar un tesoro. En el camino de la fe y de la búsqueda de la propia vocación, un guía sabio ayuda a evitar muchos errores, muchas ingenuidades, muchos momentos de sorpresa y «parálisis».
Acompañamiento: comunitario y personal
El Santo Padre dijo que el discernimiento debe ser sinodal, personal y dirigido a la verdad.
Debe ser sinodal, porque hoy prevalece el individualismo, afirmó el Papa. Dijo que cuando las personas son clasificadas según criterios de «me gusta/no me gusta», esto es un «feo individualismo».
«En la práctica del discernimiento, la Iglesia coloca a nuestro lado hermanos y hermanas en la fe para recorrer un camino juntos, no solos, y nuestro crecimiento interior es mucho más rico».
Al mismo tiempo, el discernimiento es personal. «En nuestro mundo todo está estandarizado y homogeneizado. Los jóvenes, sin embargo, deben ayudar uno a uno. Cada uno es único e insustituible. Cada uno merece ser escuchado, comprendido y aconsejado según su edad, madurez humana y espiritual. «
Autenticidad
Finalmente, el Santo Padre recordó a sus oyentes que el discernimiento conduce a la verdad.
«En una sociedad envenenada por las noticias falsas», afirmó el Papa, «los perfiles personales son a menudo manipulados o falsificados, donde las personas crean identidades alternativas, el discernimiento representa para los jóvenes un camino hacia la autenticidad: una manera de salir de las identidades artificiales y descubrir sus propias identidades». identidad real Discernimiento Es ser «real»: ante uno mismo, ante los demás y ante Dios.
El Papa Francisco finalizó su discurso subrayando la importancia de seguir escuchando a los jóvenes.
Esto, dice, debería ser una «escucha real», no sólo «corazón a corazón» o «disfraz espacial».
«Los jóvenes deben empoderarse, participar en la conversación, en la planificación de las actividades, en las decisiones», subrayó el Papa. «Hay que hacerles sentir que son parte activa y plena de la vida de la Iglesia«.