El Papa Francisco destaca el papel insustituible de los médicos de familia en la salud, enfatizando la doble misión de competencia profesional y calidez familiar.
Por Francesca Merlo
El Papa Francisco dio la bienvenida el sábado a los miembros de SOMOS Community Care al Vaticano, una práctica independiente con sede en Nueva York, EE. UU., que brinda servicios a personas desatendidas a través de una red de médicos, especialistas, proveedores de atención médica y servicios médicos comunitarios.
En su discurso, el Santo Padre reconoció los esfuerzos realizados por los médicos de familia para revalorizar su papel fundamental tanto en el ámbito sanitario como en el social.
El médico como cuidador
«La ciencia actual ha dado pasos importantes», comenzó el Papa Francisco, reconociendo los avances en la tecnología y las terapias médicas. Sin embargo, enfatizó que, en esencia, la medicina sigue siendo un encuentro humano profundo. «Cuando estamos enfermos», explica, «esperamos que el médico no sólo sea un profesional competente, sino también una presencia agradable en la que podamos confiar».
Citando a San Lucas, el Papa Francisco ilustró cómo Jesús se acercaba a los enfermos con compasión y preocupación. El médico de familia, dijo, encarna ese espíritu y ofrece experiencia profesional y calidez personal. “El médico de familia también está presente y cercano”, afirmó, “ofreciendo calidez y atención profesional”.
Un miembro de la familia
El Papa Francisco destacó el segundo aspecto crucial del papel del médico de familia: ser miembro de la familia. Enfatizó la importancia de contextualizar a cada paciente dentro de sus relaciones y conexiones sociales. «Esta dimensión comunitaria de la atención», afirmó, «ayuda a crear una red de amor, de compartir y de solidaridad en torno al paciente».
Este enfoque, enfatizó el Papa Francisco, fortalece las relaciones humanas y convierte el sufrimiento en un momento de compartir mutuo. No sólo beneficia al paciente, sino también a los cuidadores, los familiares y la comunidad en general. Advirtió sobre los peligros de un sistema de salud demasiado técnico y burocrático, particularmente influenciado por mentalidades de mercado que ignoran la verdadera esencia de la salud y la atención.
Un llamado a la misericordia constante
Al finalizar su discurso, el Papa Francisco ofreció su bendición por el trabajo que realiza SOMOS Community Care. «El juramento y la familiaridad son dos dones de gran valor para quien sufre», afirmó.
Animó a los miembros a continuar en su misión y expresó su agradecimiento y apoyo por sus invaluables contribuciones a la salud y el bienestar de las comunidades.