CIUDAD DEL VATICANO (AP) — El Papa Francisco bautizó a 21 niños el domingo en la Capilla Sixtina bajo el techo del fresco de Miguel Ángel, en lo que se ha convertido en una tradición anual que pone fin a las vacaciones de Navidad en el Vaticano.
Francisco celebró el don de la fe del Señor a los niños, subrayando que ellos fueron los protagonistas del evento.
«Es importante que estos niños se sientan bien», afirmó el Papa. «Si tienen hambre, dale de comer para que no llore. Si sienten calor, cámbiense. … Pero que se contenten, porque hoy lo tienen y hay que servirles con el Sacramento, con la oración».
El pontífice administró personalmente el sacramento del bautismo a los niños, que son hijos de empleados del Vaticano que trabajan en la Santa Sede.
La celebración celebra la fiesta que conmemora el bautismo de Jesús en el río Jordán y fue establecida en 1981 por San Juan Pablo II.
En la ceremonia, a cada padre se le entregó una vela para encender, que representa la luz cristiana que «nunca debe apagarse». El Santo Padre animó a cada familia a llevar estas velas a casa y encenderlas en tiempos difíciles, pidiendo la guía del Señor.