Hablando de religión: mira de nuevo | religión

Hablando de religión: mira de nuevo |  religión

Cada semana tengo la oportunidad de trabajar con personas del condado de Bennington como consejero de salud mental y ministro ordenado.

Recientemente aprendí una nueva palabra que quiero compartir con ustedes: habituación. En un artículo reciente titulado Reaviva la chispa de tus hábitos gastados debajo de tus hábitos gastados, el psicólogo israelí-británico Tali Sharot afirma: «El hábito es la tendencia de nuestro cerebro a responder cada vez menos a cosas que son constantes o que cambian gradualmente». «. Sharot da el siguiente ejemplo. «Entras en una panadería y después de unos 20 minutos ya no hueles el pastel caliente. Tus neuronas olfativas simplemente dejan de responder.

Piensa por un momento en todas las cosas a las que puedes acostumbrarte o “acostumbrarte”. Uno se acostumbra al andar y al olor de ese auto nuevo que compraron. Después de uno o dos meses, uno se olvida de lo sorprendidos y encantados que estaban al principio con el nuevo vehículo. También uno puede acostumbrarse a las maravillosas vistas del Monte Equinox o de la Madre Myrick desde nuestras ventanas. Desafortunadamente para nosotros, lo que alguna vez fue sorprendente se convierte en algo común. Nos acostumbramos porque dejamos de notarlo.

Todo este hábito puede hacernos sentir estancados, asustados y paralizados, como los discípulos de Jesús en Juan 20:19-31, a quienes se describe como «cerrados detrás de la puerta» en este pasaje de Pascua. Después de la crucifixión de Jesús, se sienten asustados acurrucados hasta que se les asegura que la persona que está en la puerta es Jesús resucitado.

La serenidad nos ayuda a los humanos a lidiar con la incertidumbre, dándonos la confianza para seguir adelante, de la parálisis a la acción. Esto se debe a que cuando perdemos el miedo a lo desconocido, damos un paso hacia la luz.

El contraste entre la luz y la oscuridad puede ser intenso, obligándonos a notar realidades contrastantes que a veces ignoramos o a las que nos acostumbramos.

Entonces, ¿cómo podemos desaprenderlo? Podemos empezar a mirar de nuevo y notar los cambios graduales que ocurren a nuestro alrededor y dentro de nosotros. Podemos redescubrir el brillo de lo cotidiano.

Dios nos llama a todos a ver el mundo con nuevos ojos, así que seamos libres de la promesa de vida nueva que Dios con tanto amor nos da.

Cuando pasamos tiempo en comunión con amigos, familiares o extraños al azar, volvemos a aprender el poder curativo del espíritu… notando, sintiendo y reflexionando sobre los maravillosos movimientos del espíritu entre nosotros.

Además, cuando adoptamos una nueva perspectiva de las cosas, nos preparamos para afrontar los sentimientos de abandono, dolor o pena que se nos presenten. Notar lo nuevo y rechazar lo habitual nos lleva a un lugar común… esa encrucijada donde reaprendemos a encontrar la alegría de redescubrir lo sutil, lo sublime y lo eterno. cambiando

La esperanza para ti hoy es que notes la maravilla de algo sutil y dejes que el mundo brille con una luz brillante nuevamente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *